sábado, 5 de noviembre de 2011

Espacio de Opinión Independiente

 L A L I M P I E Z A,
L A E D U C A C I Ó N

Apenas nacemos y ya iniciamos la limpieza, o no?; empiezan a limpiarnos; no es para menos, cuando hacemos o nos movemos, producimos desechos; el asunto es que nos volvemos grandes y cada vez hay más desechos, con los cuales no queremos vecindad; es fácil verlo en calles, transportes y locales; y ver que el que se encuentra adelante nuestro, tira el envase, o lo tiran desde algún auto; más alentador es ver, de a poco, como los vecinos que pasean sus animales, juntan sus rastros; pero hay contenedores grandes que son recogidos por camiones cargadores, nocturnos, adonde se almacenan todo tipo de cosas y lugares que no son visitados por los empleados, con trajes amarillos verdosos, que hace unos meses estaban todos los días, en las calles más concurridas y ahora, no se los ve tanto; no es poca la basura en la comuna 11 y en toda la capital son como 5 millones de kilos diarios que, no se sabe bien, si es la toda que retiran, y un poco queda… el tema, entonces, es el comportamiento de los vecinos, su solidaridad con los otros y hechos finales, que se expresan por la educación sanitaria y ambiental; en noviembre del 2005 por mayoría absoluta se aprobó en la Legislatura de la Ciudad la llamada ley de GESTION INTEGRAL DE LOS RESIDUOS SOLIDOS URBANOS [Nº 1854] conocida como “BASURA CERO” y no está mal pensado porque se trata de la reducción de la generación de basura usando productos más duraderos o reutilizables [menos bolsas plásticas, menos envases descartables, menos embalajes, etc.] otra medida contemplada en esa ley es la separación y el reciclaje de los productos que pueden serlo. Aquí entra, en principio, la actividad en los hogares o lugares adonde se concentran actividades comunitarias o educativas deportivas etc. Los hogares quizá, el efecto más notable a lograr, cuando nos hacemos el habito de separar, lo orgánico, lo vegetal, colocándolo por separado de los demás, que son papeles cartones envases plásticos, es decir, no orgánico, dejando un sector para vidrios maderas y partes metálicas. Que haríamos con esa separación, digamos, hogareña? Esperar encontrar un lugar para llevarla… adonde están esos lugares? Ahora están en la calle… Pero prácticamente, sin discriminación se junta todo en los grandes contenedores. Hay mas instrucciones en esa ley de BASURA CERO, con intenciones medioambientales, cuya aplicación efectiva, tiene un aprendizaje previo, una gran campaña que empezaría en las escuelas, con los niños mayores de primaria y secundaria; esa es una tarea, que sería bueno impulsar, desde las/los electos vecinos de las comunas, elegidos para representar participativamente, legislar y ejecutar tareas, postergadas burocráticamente desde hace años, por los distintos gobiernos autónomos de la ciudad. A recuerden que, al caminar las diagonales de la Plaza de Villa del Parque, encontrarán que las palomas y pericos no respetan la ley de basura cero y a ellos habría que educarlos también...

Por Ricardo Saravia

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